CEREMONIA
Me
asomo a la sima de tu cuna
en
el arrullo de tu tantán.
Atado
a mis costuras
emerges
esta noche:
otra piel en mi piel,
hermoso
ritual heredado.
Fuiste
luciérnaga en mi vientre
cometa
en mi pelvis
burbuja
en mi útero.
Escuchaste
mi voz
como
diente de león.
Fuiste
quimera,
mundo adentro.
SEMILLA DE LUZ
Mi cuerpo fue verano
en un vientre de amapolas,
en un marzo trasnochado.
Arrellanada en mis miedos
brotaban de mi relieve
sal y caricias,
calma de siesta
rumor que avasalla.
Surgió una voz que ruge,
que nutre y enajena.
Tendí al sol
los “cómos” y los “cuándos”
para que se perdieran.
Abrí mis compuertas
y gritó el cosmos
una verdad de lejos.
Mi ombligo saltón
quiso ser equilibrista
y perder la línea de rotación.
Sobre las palmas
de mis manos
un remolino en Do mayor.
Abracé la grieta
entre dos mundos,
que habían sido uno.
Mi cuerpo
metáfora,
nido,
refugio.
Muy delicados y a la vez con mucha fuerza, Silvia, ¡enhorabuena!Me encanta el final, esa comparación del cuerpo con una metáfora.
ResponderEliminarAbrazos poéticos, amiga
We invite you to pray with us this very special rosary. The Rosary of the Miraculous Medal of Nossa Senhora das Graças.
ResponderEliminarMaravillosos😍
ResponderEliminarQué hermosos estos poemas, querida Silvia
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